“Desde la muerte de mi madre, he tenido la experiencia de estar en una habitación, voy a otra, y cuando llego allí, no tengo la menor idea de para que estoy ahí. ¿Me estoy volviendo loco?”
No, usted no está loco. Para la mayoría de las personas, la respuesta inmediata a la noticia de la muerte de alguien importante para ellas es la sensación de distracción y falta de concentración extrema. Después de que ese entumecimiento inicial la reacción fisiológica más común es la falta de concentración. El resto del mundo sale de foco. Nada más es importante. Es normal y natural que todo su ser se centre en lo que pasó y en la relación con la persona que murió. (Se cae en una visión túne
El tiempo que dura la falta de concentración es individual y puede variar de unos días a varios meses, y aun mucho tiempo más. No es una señal de que haya algo malo con usted. En realidad, el hecho es que el impacto emocional de la muerte de esa persona ha alterado sus rutinas diarias y ello indica algo muy saludable. No tendría ningún sentido no estar afectado por la muerte.
Es normal divagar distraído en respuesta a los recuerdos conscientes o inconscientes de la persona que murió. Por favor sea gentil con usted, siendo consiente y permitiendo sus reacciones a la muerte. Si usted está en el trabajo, puede tomar pequeños descansos para sentir el dolor, eso también es normal y natural y sin duda lo necesita. Es buena idea establecer relación con una persona de confianza en el trabajo con quien usted pueda hablar cuando se sienta agobiado. También es útil tener a un compañero al que usted pueda llamar cuando las emociones le impidan concentrarse. Los descansos y charlas le permitirán hacer el trabajo que necesita hacer.
Por favor tenga presente que es importante concentrarse mientras esté manejando un automóvil. No es seguro manejar con las lágrimas en sus ojos. Si fuera menester, deje de hacerlo y permítase tener las emociones en cualquier momento que ellas surjan, y quizá pueda llamar a alguien y hablar durante algún tiempo antes de retomar el camino.
Cuando Su Corazón Está Roto, Su Cabeza no Trabaja correctamente.
Al igual con no poder concentrarse, el duelo también puede limitar su habilidad para pensar y hacer juicios. Se aconseja a las personas que están afligidas que tengan cuidado al tomar grandes decisiones de vida como consecuencia de la muerte de alguien importante a ellos. Para ponerlo en términos claros y simples su corazón está roto, su cabeza no trabaja correctamente. Usted debe tener cuidado para no tomar grandes decisiones hasta que recobre su habilidad para concentrarse, o buscar a alguna persona en la que usted confía para que le ayude a comprender sus opciones y las consecuencias de sus decisiones.
Hay otras reacciones fisiológicas comunes al duelo o pena emocional. Se rompen a menudo los hábitos de sueño por un período extendido de tiempo. Usted puede encontrarse incapaz dormir, o se la pasa durmiendo. Usted incluso puede fluctuar diariamente entre esos extremos. Los hábitos alimenticios también están sujetos a la confusión. Usted puede no querer comer en absoluto, o no puede parar de comer y puede oscilar en esto a diario. Esto puede ser muy incómodo y si esto pasa, tampoco significa que está volviéndose loco. Significa que sus rutinas y hábitos no están sincronizados.
Otra reacción de duelo o pena emocional común es muy bien descrita como una montaña rusa de emociones que se vive con tremendos cambios emocionales. Esa montaña rusa es una de las respuestas típicas a la muerte de alguien importante a usted como la falta de concentración y los problemas alimenticios y de sueño. No se resista, simplemente déjelo ser, no importa que tan complicado pueda ser o sentirse. Cuando esto pase, es buena idea llamar a un amigo, y hablar sobre lo que está sintiendo. Hablar sobre lo que usted está experimentando le protege de encapsular sus sentimientos
No es locura. Es Normal y Natural
Una de las cosas más importantes que podemos decir es que lo síntomas que usted tiene como la falta de habilidad para concentrarse, los trastornos de sueño y de alimentación y la montaña rusa emocional que vive, son reacciones normales y naturales y nada tiene que ver con la locura. Esas reacciones normalmente disminuyen dentro del tiempo en la medida que usted se adapte a la vida sin la persona que murió. Pero el tiempo no sana las heridas emocionales, ni completa algo que puede haber quedado emocionalmente inacabado cuando la persona murió. A veces simplemente es la sensación de querer haberle dicho una vez más “te amo” o despedirse. A veces es un cúmulo más complejo de comunicaciones que incluirían disculpas, perdón, y declaraciones emocionales significativas.
Siempre es útil tomar acción para descubrir y completar lo que quedó inacabado. Hacerlo le permitirá conservar los recuerdos sin sentirse triste o sentir dolor. También le ayudará a recordar a la persona de la manera en que la conoció en vida, y le ayudará a continuar una vida de significado y valor, aunque haya sido alterada por la ausencia de la persona que se murió.
Hemos dicho anteriormente: Tenga cuidado cuando esté manejando y sea cauto al tomar grandes decisiones. Sea gentil con usted mismo cuando usted se reincorpore al flujo de la vida. Y no se juzgue duramente por estar teniendo alguna o todas las reacciones que nosotros hemos mencionado.
Escrito por Russell Friedman & John W. James del Grief Recovery Institute®