Si alguna vez has pasado por una ruptura afectiva, entonces sabes lo horrible que se siente. Tus sueños acerca de lo que pudo haber sido la relación se han roto. Tus esperanzas para el futuro están aplastadas y puede que te sientas totalmente solo/a con tu corazón roto.
Después de una ruptura, es posible que hayas tenido problemas para dormir, comer o concentrarte.
Es posible que te hayas excedido en comportamientos de alivios temporales como comer en exceso, beber, tener relaciones sexuales, ver televisión, hacer ejercicio o cualquier otra actividad para distraerte del dolor.
Escúchanos… las rupturas duelen y nos han enseñado a evitar los sentimientos dolorosos y negativos a toda costa, por lo que no es raro que hagamos estas cosas. Lamentablemente, evitar tus sentimientos te mantiene atrapado en tu dolor. Claro, la intensidad de tus sentimientos puede disminuir por un rato, pero no resuelve. No recupera.
Cuando veas a un amigo o familiar pasando por una ruptura, tu primer impulso podría ser tratar de arreglarlo. Tú sabes lo dolorosa que fue tu ruptura y, desde luego, no quieres que alguien a quien amas se sienta desconsolado. Pero como ya sabemos que la evasión y el razonamiento no ayudan, qué puedes hacer en vez de eso?
- Recuerda que no están rotos, por lo que no es necesario repararlos. El duelo es una experiencia humana normal, así que dales la libertad de sentir sus sentimientos a medida que surgen.
- Di: «No puedo imaginar cómo te sientes». Aunque sabes cómo te sentiste después de tu ruptura, eso no significa que sepas cómo se siente tu amigo. ¿Por qué? Porque cada relación es única.
- Pregunta: «¿Qué pasó?» Después, escucha lo que dicen.
- Escucha con el corazón y con los oídos abiertos evitando el análisis, la crítica o el juicio.
- Comparte con ellos. Los dolientes tienden a aislarse, sentirse solos o sentir que son una carga. Muéstrales que no están solos.
- Recuérdales que sus sentimientos son normales y naturales.
Nadie tiene que estar atrapado en el dolor de su corazón para siempre. La recuperación es posible y las personas como tú pueden ayudar a pasar la voz. Una persona a la vez.
Contáctanos si estás abierta/o a sanar tu corazón
Escrito el 05 de agosto de 2020 por Allison James
