Blog,  Con-Sintiendo la Vida

APRENDA A DESPEDIRSE

Hay ocasiones en que debemos decir adiós.
Algunas despedidas se presentan súbitamente, sin advertencia. Hay otras que sabemos que van a llegar. A veces son un alivio. Pero otras veces duelen profundamente. Nos despedimos de las cosas, de la gente, de los lugares.
Le decimos adiós a las creencias y a las conductas que se vuelven obsoletas.

De vez en cuando, a lo largo de nuestro viaje, debemos decirle adiós a otra cosa: a nuestros sueños.

Los sueños son preciosos. Se instalan en nuestra mente y en nuestro corazón.
Cuando mueren, puede ser doloroso dejarlos ir. Pero si no tenemos cuidado, los sueños muertos de los cuales no nos hemos despojado pueden sabotear nuestra vida y nuestro corazón. Seguiremos tratando de colocar personas y cosas en los papeles que han quedado vacantes en nuestros sueños. En efecto, nuestros sueños muertos pueden seguir controlando nuestra vida y bloqueando nuestro corazón. Vivir con sueños muertos cierra el paso a ilusiones nuevas y a la posibilidad de crear nuevos sueños.

Si usted no puede ver con claridad el día de hoy o el de mañana a causa de los sueños de ayer, quizás sea hora de enterrar esos sueños. Tome con ternura sus sueños más preciados, sus esperanzas y aspiraciones más altas- los que nunca serán realidad- y colóquelos con suavidad en la tierra. Cuénteles cuánto los apreció y los aprecia. Pero cuénteles también, que es hora de decir adiós. Entiérrelos, enjuague sus lágrimas…

…Y abrace a las nuevas esperanzas y a los sueños de hoy.

(Autora, Melody Beattie)