
Apoyar a alguien que está en duelo puede resultar intimidante. Es posible que te preocupe decir algo incorrecto, revelar emociones dolorosas o empeorar la situación. Sin embargo, acercarse a alguien que está en duelo no requiere de palabras perfectas ni un discurso profundo. De hecho, a veces, son las expresiones más simples y sinceras las que más significan.
Si deseas apoyar a alguien que está en duelo pero no sabes por dónde empezar, prueba un enfoque empático: “Me enteré de tu pérdida; no puedo imaginar cómo ha sido esto para ti”.
Esta frase es una forma poderosa de abrir la puerta a la conversación. Es directa, compasiva y deja espacio para que la persona en duelo responda, si está lista.
Por qué funciona este enfoque
La frase “No puedo imaginar cómo ha sido esto para ti” logra algo importante: reconoce la pérdida sin hacer suposiciones sobre los sentimientos o la experiencia de la persona. Esto es crucial porque el duelo es algo profundamente personal y no hay dos personas que lo vivan exactamente de la misma manera.
Al usar la palabra “imaginar”, comunicas que estás dispuesto a escuchar y aprender sobre su experiencia única, en lugar de proyectar tu propia comprensión sobre su duelo. Esto hace que la conversación se sienta segura y abierta, lo que le da al doliente la libertad de compartir tanto (o tan poco) como se sienta cómodo.
La importancia de un espacio seguro
Los dolientes suelen ser hiperconscientes de cómo reaccionan los demás ante su pérdida. Los amigos y familiares bien intencionados pueden decir involuntariamente cosas que parecen despectivas o críticas, como:
“Solo hace falta tiempo”.
“Ahora está en un lugar mejor”.
“Al menos pasaron tantos años juntos”.
Si bien estos comentarios tienen como objetivo consolar, pueden hacer que la persona en duelo se sienta incomprendida o invalidada. Por eso es tan importante crear un espacio seguro.
Cuando abordas la conversación con franqueza y sin juzgar, le demuestras a la persona en duelo que sus sentimientos, cualesquiera que sean, son válidos. Esto puede ayudar a aliviar su miedo a ser criticado o incomprendido, lo que le facilita expresarse.
Sugerencias para iniciar la conversación
Si no estás seguro de cómo abordar a una persona en duelo, ten en cuenta estos consejos:
1. Usa un lenguaje abierto
Usa afirmaciones que inviten a compartir si así lo desea la persona, tales como:
“He estado pensando en ti y quería saber cómo estás”.
«Sé que este debe ser un momento muy difícil para ti”.
2. Haz presencia sin presionar
A veces, las personas en duelo no están listas para hablar, y eso está bien. Simplemente hacerles saber que estás disponible puede ser reconfortante. Si deciden no abrirse, respeta su decisión y ofrécele tu apoyo de otras maneras, como pasar tiempo con ellos o ayudar con tareas prácticas.
3. Evita intentar “resolver” su duelo
El duelo no es algo que se pueda arreglar o resolver, y no es tu trabajo quitar el dolor. En cambio, concéntrate en ser una presencia que apoye. No tienes que tener todas las respuestas; el simple hecho de estar ahí puede marcar la diferencia.
4. Sé paciente
El duelo no sigue un cronograma y es posible que se necesite tu apoyo mucho después de que los demás hayan dejado de comunicarse. Mantente en contacto, incluso semanas o meses después, para recordarle que no está solo.
Qué hacer si se abren
Si la persona en duelo elige compartir sus sentimientos, escúchala atentamente sin interrumpirla. Resiste la tentación de ofrecer consejos o comparar su experiencia con la tuya. En cambio, usa respuestas empáticas como:
“Eso suena increíblemente difícil”.
“Lamento mucho que estés pasando por esto”.
“Gracias por compartir eso conmigo”.
Este tipo de declaraciones muestran que realmente estás escuchando y que valoras lo que tienen para decir.
El poder de simplemente estar ahí
A veces, simplemente estar presente es lo más significativo que puedes hacer. No necesitas tener las palabras “adecuadas” o una solución para su dolor. Tu disposición a sentarte con él o ella en su dolor, sin tratar de cambiarlo o minimizar, dice mucho.
Por ejemplo, puedes ofrecerte a sentarte tranquilamente con él o ella, dar un paseo o ayudar con pequeñas tareas como cocinar o hacer recados. Estos simples gestos muestran que te preocupas y puedes brindar consuelo de maneras que las palabras a veces no pueden.
Iniciar una conversación con alguien que está en duelo no tiene por qué ser complicado. Una declaración amable y empática como “No puedo imaginar cómo ha sido esto para ti” puede abrir la puerta a un diálogo significativo y demostrar que estás ahí para ellos.
Recuerda, el objetivo no es solucionar su dolor, sino ofrecer apoyo y comprensión. Crear un espacio seguro y libre de juicios, puede marcar una verdadera diferencia en su proceso de sanación.
En caso de duda, elige la amabilidad, la presencia y la paciencia. A veces, el simple hecho de estar presente y estar dispuesto a escuchar es el mejor regalo que puedes dar.
Escrito por Allison James Henry el 5 de diciembre del 2024