Las noticias que llegan de Israel y la Franja de Gaza son desgarradoras y un recordatorio de lo peligroso que puede ser nuestro mundo. En momentos como este, a muchos padres les resulta difícil hablar con sus hijos sobre la guerra y los conflictos. ¿Cómo se puede explicar el conflicto global sin causar demasiado dolor emocional?
No podemos proteger a nuestros hijos de las realidades del mundo real para siempre, pero los momentos de sufrimiento humano pueden infundir dolor. Incluso si el conflicto no te afecta directamente, todos sentimos el impacto de lo que presenciamos en nuestro entorno global.
¿Cuál es la forma más eficaz de apoyar emocionalmente a tus hijos durante la guerra y los conflictos armados?
QUÉ HACER
- Comparte honestamente tus sentimientos para generar confianza y crear una sensación de seguridad.
- Toma la iniciativa como líder de la familia.
- Mantén un tono de conversación natural para asegurarte de que tu hijo se sienta cómodo.
- Reconoce que el duelo es un proceso emocional, no una cuestión de intelecto. Es normal que tu hijo sienta tristeza o miedo.
- Debes saber que cada niño tiene una perspectiva única sobre la información relacionada con la guerra.
- Expresa tus creencias sobre la guerra de forma clara y abierta a tus hijos.
- Ten paciencia y dale tiempo a tu hijo para que se forme sus propias opiniones.
- Escucha con empatía, sin juzgar ni criticar, cuando tus hijos expresen sus emociones.
- Deja que tus hijos hablen de sus pensamientos y sentimientos con la mayor frecuencia posible.
- Proporciona respuestas genuinas y sencillas que aborden directamente sus preguntas.
- Considera la posibilidad de leer sobre los Mitos sobre el Duelo para obtener información sobre cómo evitar frases inútiles.
QUÉ NO HACER
- Evita decir: «No tengas miedo», ya que el miedo es una reacción típica ante circunstancias aterradoras.
- Abstenerse de decir: «No estés triste», ya que la tristeza es una respuesta normal y saludable a la guerra y a los conflictos globales.
- Evita poner una fachada de fortaleza a tus hijos. Las inconsistencias entre las palabras y las acciones pueden confundirlos y hacerles sentir que necesitan reprimir sus sentimientos.
- No compares tu vida o circunstancias con las de otros a nivel global, ya que esto puede trivializar sus emociones.
- En lugar de hacer promesas que quizás no estén garantizadas, di: «Haremos todo lo posible para mantenernos a salvo», en lugar de «Todo estará bien».
- Resiste la tentación de intentar «arreglar» a tus hijos. Sus sentimientos necesitan reconocimiento y comprensión más que una solución.
Recuerda que tus hijos te buscan en momentos de dolor emocional. Si son testigos de cómo expresas tus emociones, se sentirán más cómodos haciendo lo mismo. Aunque no tenemos control sobre la geopolítica, podemos controlar cómo nos mostramos ante nuestros hijos en tiempos difíciles.
Escrito por Allison James Henry el 10 de octubre de 2023
