“Odio el Día de la Madre…”
Esto fue lo que le escuché decir a una mujer hace un tiempo y recordé lo que he aprendido conversando con algunas personas sobre este sentimiento tan doloroso que surge desde la víspera del Día de la Madre, donde se asocia el Día de la Madre con un gran día festivo lleno de flores, sonrisas cálidas, almuerzo especial, regalos y abrazos amorosos. Otras personas reviven recuerdos de la infancia, en los que la madre jugó un papel positivo importante.
Lamentablemente, el Día de la Madre no es feliz para todas las personas. De hecho, ese día puede resultar francamente doloroso porque no tiene nada de feliz. Por el contrario, ver los comerciales, flores y tarjetas en las tiendas provocan un nudo en el estómago y las publicaciones del Día de la Madre en las redes sociales hacen pensar: «¿Qué tiene de feliz? Este día solo genera sentimientos de tristeza o dolor”.
En este artículo veremos algunas de las razones por las cuales el Día de la Madre puede resultar tan difícil para muchas personas, generando sentimientos tristes y dolorosos, y seguramente conoces a alguien que está viviendo una de estas situaciones:
• ¿Conoces a alguna mujer que, aunque lo desea, no puede tener hijos?
• ¿Conoces a alguien cuya madre ha muerto?
• ¿Conoces a alguien que tiene una relación complicada, poco cariñosa o abusiva con su madre?
• ¿Conoces a una madre que no puede ver a sus hijos o a un niño que no puede ver a su madre?
• ¿Conoces a alguien que haya sufrido un aborto espontáneo o que haya dado un niño en adopción?
• ¿Conoces a alguien que ha tenido que vivir la muerte de un hijo?
Como puedes ver, el Día de la Madre no es una fecha feliz para todas las personas. Sentirse mal es lo natural y esperable.
Si estás viviendo alguna de estas situaciones, debes saber que aunque las emociones sean normales, este puede ser un buen momento para preguntarte:
“¿Cómo sería mi vida si no cargara con este dolor?”
El duelo no resuelto puede tener un impacto negativo a largo de toda la vida. El duelo es acumulativo y se acumula negativamente. Cuanto más intentes ignorar tu dolor o esconderlo debajo de la alfombra, más afectará tu vida. El duelo no resuelto no sólo afecta las relaciones personales actuales y futuras, sino que también puede afectar tu trabajo, tu salud e incluso las cosas que solías disfrutar haciendo. La intensidad de tus emociones puede disminuir con el tiempo, pero el duelo no se cura por sí solo porque el tiempo no cura. Curan las acciones que realices en el tiempo.
La mayoría de las personas, simplemente nunca aprendieron cómo recuperarse por completo de un corazón roto. Otras, aprendieron cosas equivocadas como que el “dolor es para siempre” o «el tiempo todo lo cura». La verdad, es que lo único que vale la pena vivir para siempre es el Amor.
– Para recuperarte, intenta hablar con alguien en quien confíes.
– Di la verdad sobre ti mismo.
– Pide a esas personas que no te juzguen, critiquen ni analicen (y tampoco te juzgues, critiques ni te analices a ti mismo).
– Comienza con ser honesto.
– Honra a tu ser querido. Honrar a tu ser querido pasa por desear lo mejor para ti: liberarte del dolor, la tristeza, el resentimiento o cualquier cosa que estés sintiendo para dar paso al amor en ti.
Recuerda que el duelo es un proceso continuo y es un proceso activo. La vida sigue cambiando todos los días, por lo que pueden surgir cosas nuevas. Si ese es tu caso con respecto a la relación con tu madre, o con respecto a la relación con tu hijo, ¡entonces considera hacer un buen proceso de duelo!
¿Vale la pena el trabajo? Bueno, imagina no sentir dolor, enojo o tristeza cada vez que piensas en tu mamá o en tu hijo. ¿No sería eso liberador?
Si te preguntas qué puedes hacer o decir a quien está viviendo de manera dolorosa o triste el Día de la Madre, para ser amoroso y comprensivo, no estás solo.
Desafortunadamente, a la mayoría de las personas no nos enseñaron cómo ayudar a alguien con el corazón roto, por lo que acercarse puede resultar incómodo. De hecho, resulta muy incómodo que la gente no se acerque en absoluto.
“No sé qué decir, así que no digas nada” es un pensamiento común.
Pero ¿qué pasaría si te acercaras a pesar de tu malestar?
Si no sabes qué decir, aquí hay algunas sugerencias:
• “Pensé que hoy podría ser difícil para ti, así que quería enviarte un abrazo”.
• «No sé qué decir, pero quería saber cómo te va hoy».
• «¿Cómo te sientes hoy?»
¿Tienes miedo de empezar a llorar mientras hablas o mientras te hablan? ¡Está bien! Permítete tener también tus sentimientos normales y naturales. Si tienes ganas de llorar, entonces llora. Si dicen algo gracioso, ríete con ellos.
¿Te preguntas si está bien hablar también de tus pérdidas? Si. Sólo recuerda, cada relación es única, así que no compares tu pérdida con la de nadie. Sin embargo, si escucharlos te trae recuerdos, sigue adelante y cuenta la verdad sobre ti mismo. Podrías decir algo como, “Te escucho, y aunque no sé cómo te sientes, ciertamente puedo identificarme con lo que estás diciendo. Cuando_______ murió sentí…”.
Recuerda, sólo porque alguien tenga el corazón roto no significa que esté estropeado. Trata de escuchar sin críticas, análisis o juicios. Simplemente sé un corazón con oídos.
Comunicarse con alguien que está pasando por un momento difícil o comunicarte con alguien cuando eres tú quien está pasando por ese momento difícil, puede significar mucho para esa persona y para tí. Esta es una forma sencilla de regalar amor este Día de la Madre.