Charla de Anselm Grün, 2012
Hace alrededor de un año tuve la oportunidad de asistir a una serie de charlas dadas por el teólogo alemán Anselm Grün. Me llamó la atención su personalidad. Irradiaba belleza, paz y dentro de esa paz, mucha fuerza.
Quiero en este escrito resaltar algunos de sus pensamientos con los que me identifiqué plenamente y que deseo compartir para re-memorar aquella sencillez de sus enseñanzas y que nos hace tanto bien en momentos donde la confusión y el caos reinan. Regresar a lo sencillo es regresar a la esencia, que es la misma en cada ser humano.
Van aquí algunas de sus palabras tan llenas de la sencillez de la sabiduría:
• Dios creó al ser humano como un ser único, individual y particular. Dios hizo una imagen única para cada uno de nosotros. Hizo también una palabra única para cada uno.
¿Cómo descubrirla?
• Hay que darle importancia a los sueños y al juego: Los hombres soñamos. José soñó con unas estrellas que se inclinaban ante él y ese sueño lo impulsó a seguir adelante en momentos muy difíciles en Egipto.
Pablo (el apóstol) soñó con Europa y ese sueño lo impulsó a llevar el Evangelio allí.
Santa Teresa de Jesús vio sus demonios a través de sus sueños.
• Luther King realiza su sueño.
• Anselm Grün soñó con ser albañil. La casa que tenían sufrió daño en su estructura a causa de los bombardeos. Ese sueño mostraba su deseo de recuperar su casa y que se convirtiera en un lugar acogedor.
Frase para recordar: «Dios derrama su amor en la naturaleza».
¿Cuáles son mis sueños de vida?
• A través del dolor se llega a la profundidad del alma y allí se llega a la esencia de ese sueño. En la profundidad del alma se descubre la esencia del ser.
• El sueño de vida es una imagen que se quiere forjar dentro de nosotros. Es forjar la imagen de Dios en nosotros acercándonos a la fuente que no se agota.
• Hay personas que no quieren vivir de la imagen interior sino de las expectativas de los demás.
Hay dos caminos para alimentar el sueño de vida:
1.- Me siento frente a Dios y dejo que la vida fluya en mí.
2.- En ese lugar, donde de niño(a) pude jugar sin cansarme, entro en contacto con la imagen que Dios tiene de mí.
Hay que volver a encauzar la vida (construir mi propio mundo, seguir el propio sueño de vida)
Tenemos una misión. Hay que volver atrás a cuando éramos niños y recordar con qué soñábamos ser cuando grandes… nutrirnos de la fuente.
Tarea:
No piense con su cabeza.
Escriba la palabra que sale del corazón.
Siempre hay un ángel que nos conduce a la fuente de la vida.
Cada uno tiene un mensaje que Dios quiere expresar al mundo.
Elementos terapéuticos:
Me pregunto: ¿Qué me da vitalidad?
La naturaleza…, el canto…etc. allí encuentro a Dios.
Me pregunto: ¿Cuál era el lugar de la infancia en donde me sentía bien?
(María Clemencia Torres Ángel)
Abril 1, 2013