Sólo quien ha visto las oscuras nubes
puede mesurar el azul del cielo.
Sólo quien ha estado a solas en la orilla
aprende a preguntar dónde están los puentes.
Sólo quien la soledad ha respirado
puede deleitarse con la sonora turbulencia del firmamento.
Sólo quien ha atravesado los silenciosos valles del sufrimiento
puede deleitarse con las flores del desierto.
(Hermann Traub)